La sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia es un edificio singular diseñado por el estudio de arquitectura Alejandro Zaera Polo & Maider Llaguno (AZPML), que abrió sus puertas en 2017.
Es una construcción exenta, de madera –estructura y cerramiento–, con planta en abanico, que forma parte de un trabajo de investigación sobre arquetipos arquitectónicos reconocibles universalmente, en este caso los que dan forma a la arquitectura en medio rural, y sigue criterios geométricos y constructivos de la arquitectura tradicional local –y global- como la cubierta a dos aguas, el entramado de madera visto en fachada, la madera como revestimiento, etc. A su vez, permite distribuir los distintos usos asociados a FCAYC en 5 naves contiguas con un desarrollo longitudinal Norte-Sur, y vertical en las dos plantas existentes en tres de las naves.
Ha sido concebida desde una perspectiva de sostenibilidad integral, para minimizar su impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida del edificio. Su estrategia ambiental está basada en la reducción y balance del consumo energético del edificio durante las fases de construcción y de uso, y en la utilización de tres fuentes de energía renovables: geotermia, biomasa y materiales de cambio de fase para reducir las emisiones de CO2 en relación a la utilización de combustibles fósiles. Ello le sirvió para ser reconocida con el I Premio de Construcción Sostenible de Castilla y León, otorgado por el Instituto de la Construcción de Castilla y León.
Situada en Cerezales del Condado, a escasos 30 km de la ciudad de León, supone un enclave único, con espacios adecuados para muy diversos usos, incluyendo un auditorio, salas de ensayo y aulas de trabajo.